El 30 de octubre de 1960 nació Diego Armando Maradona. A más de seis décadas, su figura trasciende el deporte y se consolida como un símbolo cultural argentino.
Un 30 de octubre de 1960 nacía en Villa Fiorito Diego Armando Maradona, el ídolo eterno del fútbol argentino. Criado en una familia trabajadora, el “Pelusa” transformó su talento en un emblema nacional, capaz de unir generaciones y trascender fronteras. A 65 años de su nacimiento, su nombre sigue siendo sinónimo de pasión, identidad y gloria popular.
Desde chico, Maradona mostró un don fuera de lo común. A los nueve años ya deslumbraba en las inferiores de Argentinos Juniors, donde su zurda mágica anticipaba lo que sería su destino. En 1981 llegó a Boca Juniors, el club de sus amores, y conquistó el Campeonato Metropolitano, antes de emigrar al Barcelona por una cifra récord.
Su consagración definitiva llegó en el Napoli, donde se convirtió en leyenda al llevar al modesto equipo del sur de Italia a ganar dos scudettos y una Copa de la UEFA. Pero el punto más alto de su carrera fue el Mundial de México 1986: con los inolvidables goles a Inglaterra —la “Mano de Dios” y “el Gol del Siglo”—, Diego lideró a la Selección hacia la segunda Copa del Mundo.
Tras su retiro en 1997, y su fallecimiento el 25 de noviembre de 2020, Maradona se transformó en un mito. Calles, murales, estadios, canciones y hasta monedas conmemoran su legado. Más allá del fútbol, su figura sigue representando la rebeldía, la esperanza y el orgullo del pueblo argentino.
A 65 años de su nacimiento, Diego sigue siendo Diego: un símbolo eterno que late en cada potrero y en cada corazón que vibra al grito de “¡Marado, Marado!”.
