Tras el condicionamiento explícito de Donald Trump a Javier Milei —“Nuestros acuerdos están sujetos a quien gane las elecciones”—, Cristina Fernández de Kirchner llamó a acompañar a Fuerza Patria y advirtió por la injerencia externa en plena campaña.
El respaldo condicionado de Donald Trump a Javier Milei encendió la respuesta del peronismo. El exmandatario estadounidense dijo en Washington: “Nuestros acuerdos están sujetos a quien gane las elecciones”, una frase que ata la relación bilateral al resultado del 26 de octubre y que opera como presión directa sobre la voluntad popular.
Cristina recogió el guante y dejó un mensaje contundente en sus redes. “Trump a Milei en Estados Unidos: ‘Nuestros acuerdos están sujetos a quien gane las elecciones’”, citó. Y remató con una consigna inequívoca que ordena a su espacio y a los votantes: “¡Argentinos… ya saben lo que hay que hacer!”, en referencia al acompañamiento a Fuerza Patria.
La ex presidenta enmarcó el episodio en un cuadro más amplio: un oficialismo que pretende convertir la campaña en política exterior y un interlocutor norteamericano que condiciona apoyos económicos según el signo político del resultado. El peronismo denuncia que ese juego erosiona la soberanía y transforma la “ayuda” en un mecanismo de disciplinamiento.
En ese contexto, el llamado de Fernández de Kirchner busca reordenar la discusión hacia adentro del campo popular y frente al electorado indeciso. La advertencia sobre la injerencia externa enciende una alarma histórica: cada vez que la presión llega desde afuera, la respuesta nacional y popular se articula en las urnas.