En el corazón de la provincia de Neuquén, un equipo de investigadores del CONICET y de instituciones paleontológicas nacionales descubrió una nueva especie de dinosaurio saurópodo, Astigmasaura genuflexa, que habitó la región patagónica hace unos 95 millones de años. El hallazgo se realizó en el departamento de Añelo, dentro del yacimiento El Orejano, y fue presentado recientemente en la revista Cretaceous Research.
Astigmasaura pertenecía a la familia de los rebaquisáuridos, un grupo de grandes herbívoros cuadrúpedos. Se estima que medía 18 metros de largo y pesaba más de 10 toneladas. Presentaba un largo cuello, cola robusta y patas esbeltas con dedos ensanchados, lo que le daba una apariencia imponente. Parte de su particularidad radica en las vértebras caudales, que mostraban prolongaciones óseas muy altas, así como arcos hemales de diversas formas. Según los investigadores, estas características permiten una reconstrucción inédita de su anatomía posterior, incluyendo patas traseras, pies y la musculatura asociada.
El fósil fue encontrado gracias a una denuncia fortuita realizada en 2017 por trabajadores petroleros del yacimiento GASNOC YPF. Los restos aparecieron en los niveles inferiores de la Formación Huincul, un antiguo cauce fluvial de baja energía que facilitó la preservación parcial del esqueleto. Aunque el cuello, la espalda y parte de la cola fueron arrasados por la corriente, una repentina crecida cubrió el resto del cuerpo con sedimentos, permitiendo su fosilización.
La excavación requirió cinco campañas paleontológicas y más de treinta días de trabajo de campo, utilizando herramientas como mazas, cortafierros, martillos neumáticos y hasta maquinaria pesada. Para trasladar los restos, algunos de los cuales superaban una tonelada, se construyeron bochones de yeso y arpillera que fueron trasladados al Museo Municipal “Argentino Urquiza” de Rincón de los Sauces, donde se inició el delicado trabajo de preparación y limpieza de los fósiles.
El estudio detallado de los huesos permitió recuperar 20 vértebras caudales, ambos miembros posteriores, elementos de la pelvis, y los pies casi completos, lo que convierte a este hallazgo en uno de los más completos del grupo en Sudamérica. También se identificaron patologías óseas y signos de osificación avanzada en los tendones, lo que indica que el ejemplar habría sido un individuo de edad avanzada.
El nombre Astigmasaura genuflexa tiene un significado particular. “Astigmasaura” deriva del latín a- (sin) y stigma (marca), en referencia a “El Orejano”, expresión que alude a un animal sin marcas de propiedad. “Genuflexa”, por su parte, alude a la posición en la que fue hallado el ejemplar: con ambas patas traseras dobladas, como arrodillado.